[..]Küntche Gyalpo :
(TIB. Kun-byed rgyal'po) [SC. Sarvadharma mahasanti bodhicitta kulayaraja] 
«El rey creador de todas las cosas, la fuente suprema».
 tantra fundamental del Dzogchen semde (TIB. rDzogs-chen sems-sde) 
com­puesto de ochenta y cuatro capítulos, 
donde se exponen las doctrinas fundamentales del Dzogchen.
El texto insiste en el principio de las «diez ausen­cias» 
que diferencian al Dzogchen de los tantra del Vajrayána. 
Esas «diez ausencias» (TIB. med-pa bcu) son:
01.   Ninguna visión filosófica sobre la que meditar.
02.    Ningún samaya que preservar.
03.     Ningún medio de actividad espiritual que buscar.
04.    Ningún mandala que crear.
05.    Ninguna transmisión de poder que recibir.
06.    Ninguna vía que recorrer.
07.    Ninguna «tierra» (SC. bhumi, TIB. sa) que agotar por medio de la purificación.
08.    Ninguna conducta que abandonar ni que adoptar.
09.    Desde siempre, una total ausencia de obstácu­los en la sabiduría primordial nacida de ella misma.
10.  Una perfección espontánea más allá de toda es­peranza o de todo temor.
El sentido de estos diez puntos debe entenderse en el marco específico del Dzogchen: 
conciernen al estado natural último, rigpa, también llamado bodhicitta (TIB. byang-chub sems), 
que trasciende el dominio del espí­ritu conceptual (SC. citta. TIB. sems).
Mientras que los ocho primeros vehículos, 
incluidos en los tantra superiores, se apoyan en el espíritu con­ceptual, 
el Dzogchen se apoya únicamente en la reali­zación directa de la sabiduría primordial de rigpa. 
De ahí este lenguaje «absoluto», 
Rigpa se denomina aquí Kun-byed rgyal-po. 
«El rey creador de todas las cosas, la fuente suprema» 

El tantra se presenta como un diálogo entre:
 «El rey creador de todas las cosas, la fuente suprema» "Dharmakaya" y 
Sattvavajra «su propio reflejo de sa­biduría» "Sambhogakaya". 
Según un procedimiento literario corriente en los tantra, 
la naturaleza última, rigpa, se expresa en pri­mera persona "yo", 
como lo ilustra este pasaje del tantra:
«Espíritu de Despertar que todo lo crea, 
yo soy el origen de todos los fenómenos; 
su modo de aparición constitu­ye mi esencia: 
la manera en que surgen es mi prodigio mágico: 
todos los sonidos y las palabras que así surgen 
son la expresión de mi contenido en sonidos y pa­labras. 
Los cuerpos de los buddhas sus sabidurías y sus cualidades, 
el cuerpo de los seres sensibles y sus tendencias kármicas. etc., 
la totalidad de la existencia aparente, el mundo y los seres reunidos, 
son desde siempre la esencia del espíritu de Despertar»
(a partir de la trad. francesa de P. Cornu).
• El Kun-byed rgyal-po. único tantra del Dzogchcn que figura en el Kangyur, se encuentra traducido y comentado en dos obras: NEUMAYER DARGYAY. E. K.. The Sovereign All-Creating Mind. the Motherly Buddha. Albany. Suny. 1992: CHÖGYAL NAMKHAI NORBU y CLEMENTE. A.. The Supreme Source. Ithaca. Snow Lion. 1999.

[..] El Buda no afirmó haber descubierto algo nunca antes conocido, 
sino tan solo haber encontrado la verdad «de los rishis de antaño». 
Los rishis eran quienes habían accedido a la visión directa 
de la verdadera naturaleza de la realidad y, 
en particular, los autores de los Upanishad, 
últimos textos y cúspide del período védico, 
que serían aceptados más adelante 
por lo que se conocería como el «hinduismo» en su totalidad. 
Sin embargo, en sus enseñanzas, 
el Buda se apartó de las doctrinas en la base del hinduismo, 
pues su objetivo era prevenir desviaciones 
como las que había observado en sus dos maestros y, 
en particular, dejar bien claro 
que todo estado producido tarde o temprano se disolvería y, 
en consecuencia, 
no podría bajo ningún respecto representar una solución definitiva 
y auténtica al desasosiego que lo había impulsado a abandonar 
su posición social privilegiada y al problema de la vida: 
el nacimiento conducía a la muerte 
y la única solución definitiva de la condición humana 
podía ser el descubrimiento 
de lo no-nacido, inoriginado e incondicionado. 
 
Al concepto védico de atman (alma o sí-mismo) 
opuso su concepto de anatman (ausencia de un alma o sí-mismo),
 negando la substancialidad, no sólo del alma individual (jivatman), 
sino también de un alma universal (paratman): 
toda alma era vacía en el sentido 
de carecer de verdad entendida como autoexistencia. 
Y en la orden que fundó aceptó 
a individuos de todas las castas y de ambos géneros, 
negándose a reconocer las diferencias consagradas 
por la tradición védica en la base del hinduismo 
y de la organización social hindú. 
En breve, 
había nacido un sistema místico-filosófico 
y una religión independiente. 
En efecto, 
como se aprecia claramente 
en las siguientes palabras del Kalama sutra, 
las actitud crítica del budismo 
es más propia de la filosofía que de la religión:
«No creáis en la fuerza de las tradiciones, 
por más que se las haya honrado desde hace muchas generaciones 
y en muchos lugares; 
no creáis algo porque muchos hablen de ello; 
no creáis en la fuerza de los sabios de antaño; 
no creáis lo que vosotros mismos hayáis imaginado, 
creyendo que un dios os ha inspirado. 
No creáis en nada sólo porque lo sostenga la autoridad 
de vuestros maestros o sacerdotes. 
Luego de examinarlo, 
creed sólo lo que vosotros mismos hayáis experimentado 
y reconocido como razonable, 
y que resulte en vuestro bien y en el bien de otros.»

La primera enseñanza del Buda, 
que surgió espontáneamente 
en un encuentro con cuatro antiguos compañeros de ruta, 
fue la de las Cuatro Nobles Verdades:
(1) La vida, 
como nosotros la vivimos normalmente, 
es duhkha: 
falta de plenitud, insatisfacción, frustración 
y recurrente dolor y sufrimiento.
(2) Hay una causa del duhkha, 
que es el trishna o sed de existencia inherente 
al creerse un yo substancial.
(3) Hay una superación del duhkha, 
que es el nirvana o cesación de la sed de existencia 
y de la ilusión de ser un yo substancial.
(4) Hay un sendero por el cual se pueden superar 
las dos primeras Verdades alcanzando la Tercera.[..]


[..] La cuarta noble verdad
y las tres principales vías o vehículos del budismo
Como hemos visto, 
la cuarta noble verdad es el sendero 
que conduce a superar las dos primeras verdades, 
alcanzando la tercera. 
Aunque por lo general 
en el budismo se explica esta cuarta verdad 
en términos del famoso «óctuple noble sendero», 
en el contexto de este libro parece más relevante explicarla
 —si bien someramente— 
en términos de las tres principales vías de Iluminación 
que transmite 
la tradición «antigua» o ñingmapa 90 de budismo tibetano. 
 
Las tres vías en cuestión son:
(1) el sendero de renuncia,
conocido como vehículo de los sutra (sutrayana), 
el cual se puede dividir a su vez en hinayana y mahayana 
(mientras que el último de éstos 
se puede dividir en gradual y abrupto);
(2) el sendero de transformación,
conocido como vehículo vajra (vajrayana), 
vehículo de los mantra secretos (guhyamantrayana)
o vehículo de los tantra (tantrayana),
 que se clasifica en externo e interno, y
(3) el sendero de autoliberación,
que es el vehículo primordial (atiyana) 
de total plenitud y perfección (dzogchén).
El triple sendero constituido por las mencionadas vías representa, 
a todas luces, 
el sistema más completo de budismo que haya llegado hasta nosotros. 
El mismo se desarrolló originalmente en Öddiyana 
(valle de Kabul en Afganistán y/o valle de Swat en Pakistán), 
se estableció en el Tíbet en el siglo VIII d.C. 
y, una vez que, a partir del siglo XI, 
se asentaron nuevas formas de budismo en el «país de las nieves», 
se lo designó como «tradición antigua» o ñingmapa.
La clasificación de los vehículos budistas en las tres vías en cuestión 
ha llegado a nosotros a través de dos obras:

(1) el Samtén Migdrön 91 de Nubchén Sanguîe Ieshe, 
que estuvo sepultado en Tun Huang desde el siglo XI o XII d.C. 
hasta 1908, cuando lo rescató Paul Pelliot, y

(2) el Kathang Dengá 92 de Namkhai Ñingpo, 
el cual, pocos siglos antes de que quedara tapiado el texto anterior, 
fue ocultado como «terma» para que pudiese ser enseñado en el futuro 
y, en el siglo XVI, fue revelado por Örguîen Lingpa


La antigüedad de los textos y el hecho de que, 
durante casi un milenio, 
los mismos estuvieron protegidos de toda posible modificación, 
parecen sugerir que esta forma de clasificar los distintos vehículos 
haya sido la que se usó originalmente en el Tíbet, 
antes de que las conquistas políticas 
y el consiguiente ascendiente de las sectas «nuevas» o sarmapa
 impulsara a los «antiguos» a adoptar la clasificación de aquéllas, 
que los divide en hinayana, mahayana y vajrayana 
y que ha predominado durante los últimos siglos. 
En nuestra época, ha sido el lama Namkhai Norbu Rinpoché 
quien ha rescatado y difundido de nuevo la antigua clasificación.
90rNying-ma-pa.
91bSam-gtan Mig-sgron.
92bKa’-thang sDe-lnga. 
Esquema de las vías y los vehículos
Para concluir, 
es necesario presentar una clasificación esquemática de los vehículos 
basada en las enseñanzas de 
Nubchén Sanguîe Ieshe, 
Namkhai Ñingpo 
y Namkhai Norbu Rinpoché 
(aunque no aparece en ellas exactamente de la manera en que aquí se la esboza). 
Antes que nada, se clasifican los vehículos en: 
(A) vehículos mundanos
(cuyo objetivo es mejorar la calidad de la existencia samsárica), 
y (B) vehículos supramundanos 
(cuyo objetivo es conducir al practicante más allá del samsara). 
A continuación, 
los vehículos supramundanos se clasifican de la siguiente manera.
[..]27.12.11

[..] Oasis de la Ruta de la Seda. Establecida en el siglo II a.C. para hacer frente a las amenazas de los hunos, la encomienda china de Dunhuang, que significa «la torre de vigilancia llameante», ocupaba un oasis de la Serindia, actualmente situado en la provincia del Kansu (noroeste de China). 
 
Lugar de paso obligado para los viajeros de la Rula de la Seda, el emplazamiento se convirtió rápidamente en un importante santuario rupestre del budismo. La instalación de los monjes se encuentra atestiguada desde aproximadamente el año 300; en 366. se excavaron numerosas grutas en el cercano valle de Mogao (a veinticinco kilómetros al sudeste de Dunhuang). Entre los siglos IV y XIV, cuatrocientas noventa y dos grutas fueron habilitadas y ocupadas, todas ellas con forma cuadrada o rectangular. Las pinturas murales cubren cuarenta y cinco mil metros cuadrados, y se han hallado más de dos mil quinientas estatuas.
Los estilos varían en función de las épocas. En la época de los Liang del norte y de los Wei del norte (421-534), en las grutas formadas por una sola estancia, con un ábside para las estatuas, las pinturas, de trazos lineales y de una gran nobleza, denotan una influencia india todavía marcada, y son de un estilo próximo a las de los monasterios de Kucha. Durante el periodo Sui (581-618). el primer estilo cede su puesto a modelos más chinizados, de rostro alargado, 
y las grutas comienzan a poseer diversas estancias.

Bajo los Tang (618-907), la influencia india, absorbida por el estilo chino en auge, desaparece. Los vestidos y los adornos se representan de manera muy detallada, y algunas estatuas alcanzan grandes dimensiones: la más grande es una representación del Budddha de 33.25 metros de altura. Las propias grutas poseen a menudo un tamaño monumental, y las representaciones de tierras puras abarrotadas de buddhas y de bodhisattva abundan. De esta misma época proceden numerosas pinturas ejecutadas sobre seda, sobre cáñamo y sobre papel.

En 787. los tibetanos ocuparon Dunhuang. Después le llegó el turno a los uigurs. en 840. que controlaron la región hasta 1028. seguidos por los xixias (tanguts) budistas (1032-1227) y por los mongoles y uans (s. XIII comienzos del siglo XIV). Posteriormente, durante la ocupación musulmana de la región, el emplazamiento quedó clausurado y cayó en el olvido.

■ EL DESCUBRIMIENTO DEL EMPLAZAMIENTO. Fue Un húngaro. Aurel Stein, quien primero llegó al emplazamiento, en 1907. Algunos años antes, un campesino había descubierto una gruta que contenía decenas de miles de rollos escritos, estatuas y objetos cultuales y había vendido algunos de ellos. Cuando Stein llegó, penetró en aquella gruta, la número diecisiete, y allí descubrió miles de rollos amontonados: manuscritos en chino, sánscrito, tibetano, khotanés, sogdiano, tokariano A y B y uigur. Tras ganarse la confianza del guardián, logró llevarse ciento cincuenta piezas de brocado, quinientas pinturas y treinta cajas con documentos escritos, es decir, unos seis mil quinientos rollos que actualmente se conservan en el British Museum.

Unos seis meses más tarde (1908) llegó al lugar el francés Paul Pelliot. Tras penetrar en la gruta número diecisiete, tardó tres semanas en hacer el inventario de quince mil manuscritos y pinturas a la luz de una vela. Volvió a Francia con unos seis mil rollos escogidos, que hoy se encuentran en la Biblioteca Nacional de París. Desde entonces, especialistas en el Asia central, sinólogos, tibetólogos e indianistas examinaron y levantaron acta de aquellos preciosos manuscritos, fuente de inestimable información sobre el Asia central, sobre el Khotan y sobre la China de los siglos  IV a X y sobre el Tíbet de los siglos VIII a X.
El estudio de los manuscritos de Dunhuang reviste una importancia considerable para el estudio de la historia tibetana de la época real y de la primera difusión del budismo. Especialmente, nos brinda información acerca de los rituales bön reales, sobre el surgimiento del Dzogchen y sobre el Chan en el Tíbet. Respecto del budismo chino, los manuscritos recuperados han permitido el estudio de antiguos textos chan, previos a la reescritura de la historia de la escuela bajo los Song. En la actualidad, el emplazamiento de Dunhuang continúa sujeto a la doble gestión de China y de la Unesco.

• Léase PELLIOT, P.., Grollex de Touen-Hotuing. Peintures et sculptures bouddhiques des époques Wei, T'ang et Song. Mission Paul Pelliot en Asie centralc. 6 vol., París. Paul Geuthner 1920-1924; PETRUCCI, Les Peintures bouddhiques de Touen-Huang ( Mission Aurel Stein), AMG. XLI, París. 1914; VANDIER NICOLAS, N.. Bannieres el peintures de Touen- Huang. París. Instituts d'Asie. Mission Pelliot. 1974; y Stein, A.. Serindia. Oxford. Clarendon Press. 1921.

Vease Serindia. [..]
Imágenes copyright National Geographic, más imagenes aquí:
PENDIENTE DE REVISIÓN

[..]103
O sea, a estados susceptibles de ilustrar la condición de tiempo 
y espacio totales que el zurvanismo designó como Zurván, 
o que el shivaísmo designó como Mahakala; 
en términos de los conceptos expresados en Tarthang Tulku (1977), 
Time, Space and Knowledge. 
A New Vision of Reality (Emmeryville, California, Dharma Publishing), 
ciertas formas de contemplar la obra pueden resultar 
en una súbita expansión del espacio-tiempo-conocimiento 
en quien la contempla. 
Sin embargo, 
cabe recordar que la condición de 
Total Espacio-Tiempo-Cognitividad 
no puede ser causada ni desencadenada, 
pues se encuentra más allá de la causalidad, 
de la producción y de todo condicionamiento; 
así, pues, lo que tiene lugar en tales casos 
no es más que un estado o experiencia ilusoria, 
que debemos emplear como el reflejo en un espejo 
que nos permite descubrir 
la verdadera esencia, naturaleza o condición del espejo.
Es muy importante señalar que por lo general 
los mándalas que tienen el poder 
de afectar más radicalmente la percepción del “espectador” 
no son los que el artista pinta a raíz de haberlos construido mentalmente 
por medio de una práctica intencional de visualización 
(similar a la que, en referencia a la pintura de deidades en India, 
describió Coomaraswamy en un texto que se citó en una nota anterior), 
sino los que, en prácticas tales como el îangthik (yang-thig) 
o el töguel (thod-rgal) 
—o incluso el ñingthik (snying-thig)— 
del dzogchén  menngagdé (man-ngag-sde) o upadesha, 
se le manifestaron espontáneamente al pintor 
en forma de visiones de la energía rölpa (rol-pa) 
—y que, gracias a la imagen eidética, una prodigiosa memoria 
y/o un intenso entrenamiento el artista logró reproducir en su obra—. 
Este último tipo de arte también constituye, 
pues, un sendero al Despertar o la Iluminación, 
aunque lo hace de una manera diferente a la pintura china t-c. 
(Para una explicación de las distintas prácticas 
mencionadas en esta nota 
cfr. Capriles, Elías, 2000, Budismo y dzogchén; 
Vitoria, España, Ediciones La Llave.) [..]



[..] 58
Por supuesto, 
también es posible que el “Otro Mundo” 
al que se refirió Platón sea el constituido por la vivencia 
de lo que la enseñanza dzogchén (rdzogs-chen) 
designa como la forma rölpa (rol-pa) 
de manifestación de la energía, 
la cual es intangible, pero más brillante 
y luminosa que la energía tsel (rtsal) 
que constituye el mundo físico. 
De hecho, 
como se verá en una nota posterior, 
no se puede descartar 
la posibilidad de que los eidos de Platón 
no sean otra cosa que las formas de la energía rölpa.
En todo caso, 
es posible que lo visionario 
sea siempre aquello que se asemeja 
a la forma rölpa de manifestación de la energía, 
o que nos hace vivenciar la forma tsel 
de manifestación de la energía 
(el mundo “material” que experimentamos normalmente) 
de una manera similar a aquélla como se vivencia la energía rölpa.  [..]

Datos biográficos:
[..] Dilgo Khyentse Rinpoche fue uno de los últimos de la generación de lamas que completó su educación y entrenamiento en el Tibet. Nació en 1910 en el Tibet Oriental y antes de nacer fue reconocido como un tulku o renacimiento del maestro Mipham Rinpoche y posteriormente como la emanación de Jamyang Khyentse Wangpo. Khyentse significa sabiduría y amor. Los tulkus Khyentse son renacimientos de varias figuras claves en el desarrollo del Budismo Tibetano.
Aun siendo niño manifestó un fuerte deseo de dedicarse a la vida espiritual y a la edad de once años, entró en el Monasterio Shechen de la tradición Nyngma. Tuvo muchos grandes maestros, entre ellos su gurú raíz, Shechen Gyaltsap de quien recibió todos las iniciaciones e instrucciones esenciales de la tradición Nyingma.
Desde la edad de quince años hasta los veintiocho años, estuvo en retiro de silencio, viviendo aisladamente en cuevas y ermitas, o a veces simplemente bajo el abrigo de las roca en las zonas montañosas. Después, pasó muchos años con Dzongsar Khyentse Chokyi Lodro (1893-1959) de quien recibió iniciaciones y enseñanzas. Cuando le dijo a su maestro que quería pasar el resto de su vida en retiros solitarios, Chokyi Lodro respondió que había llegado el momento de transmitir a otros las enseñanzas que había recibido. Desde entonces, trabajó con la incansable energía típica del linaje Khyentse.
Cuando los chinos invadieron el Tíbet a fines de los años cincuenta, Dilgo Khyentse y su familia escapó a Tíbet central dejando todo, incluyendo sus preciados libros y la mayoría de sus propios escritos. Buscaron el exilio en Bhután, donde la Familia Real de Bután les recibió amablemente.
En Bhután comenzó a enseñar en una escuela grande cerca de la capital y pronto muchos estudiantes comenzaron a seguirle. Con el paso de los años se convirtió en uno de los maestros budistas más importantes de Bhután, venerado por todos, desde el Rey hasta el humilde agricultor.
Dedicó considerables esfuerzos a la fundación y el mantenimiento de los templos, colegios y monasterios.
Una de sus últimas grandes tareas fue la fundación de un nuevo Monasterio Shechen en Nepal así trasplantando la tradición del monasterio original a un nuevo hogar. Era su deseo que las enseñanzas continuaran en su auténtica pureza, tal y como se habían estudiado y practicado en el Tíbet.
foto: el nuevo monasterio Shechen
En la India, construyó una estupa en Bodhgaya, y planeó el construir siete estupas en los lugares de peregrinación para promover la paz en el mundo.
También fue considerado como uno de los más grandes maestros Dzogchen de su tiempo y fue el maestro de muchos e importantes lamas incluidos el Dalai Lama ,Chögyam Trungpa Rinpoche y otros de las cuatro escuelas del budismo tibetano. Incluso en sus últimos años, Dilgo Khyentse viajó a lo largo de los Himalayas y al occidente, transmitiendo y explicando las enseñanzas a sus alumnos.
Fue también uno de los maestros de nuestro propio maestro Sangharaksita quien recuerda a Dilgo Khyentse como un hombre de gran naturalidad y amabilidad que vivió de una forma muy sencilla a pesar de su prestigio.
Cuando fue autorizado a regresar al Tíbet, hizo tres largas visitas a el Tíbet donde fue recibido con gran alegría y emoción. Inauguró la reconstrucción del original monasterio de Shechen que había sido destruido durante la Revolución Cultural. También pidió al gobierno chino la autorización para restaurar el Monasterio Samye, el primer monasterio budista en el Tíbet. Su templo principal fue completamente restaurado para 1990.
A la edad de 81, después de una breve enfermedad, falleció en Bhután dejando un legado de enseñanzas que continúa a través del trabajo de sus alumnos y del Dilgo Khyentse Fellowship.[..]

- Permanece en equidad, en la no meditación; pero si meditas, permanece natural, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece en el aquí y ahora, sin fluctuar; pero si fluctúas permanece libre, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece suspendido, sin observar; pero si observas, permanece en blanco, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece en instinto, sin proyectar; pero si proyectas, permanece en eso, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece en indiscriminación, sin reiterarte, pero si te reiteras, permanece claro, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece en apertura sin extenuarte; pero si te extenúas, permanece en control, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece lúcido sin modificar; pero si modificas, permanece puro, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece sin esfuerzo, sin adquirir; pero si adquieres, permanece espontáneo, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece espontáneo, sin rechazar; pero si rechazas, permanece sin generar, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece alerta sin límites; pero si tienes límites, permanece natural, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece relajado sin esfuerzo; pero si haces esfuerzo, permanece espontáneo, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
- Permanece en la no-base, sin contemplar; pero si contemplas, permanece espontáneo, 
sin aceptar lo que te agrade, rechazar lo que te moleste y sin generar indiferencia, Rigpa reina sobre estas baratijas, errores-dualísticos.
Canción extraida de esta pagina: AQUÍ.
(la canción la he modificado, carecía de precisión).
(pendiente de revisión).
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