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Datos biográficos:
[..] Dilgo Khyentse Rinpoche fue uno de los últimos de la generación de lamas que completó su educación y entrenamiento en el Tibet. Nació en 1910 en el Tibet Oriental y antes de nacer fue reconocido como un tulku o renacimiento del maestro Mipham Rinpoche y posteriormente como la emanación de Jamyang Khyentse Wangpo. Khyentse significa sabiduría y amor. Los tulkus Khyentse son renacimientos de varias figuras claves en el desarrollo del Budismo Tibetano.
Aun siendo niño manifestó un fuerte deseo de dedicarse a la vida espiritual y a la edad de once años, entró en el Monasterio Shechen de la tradición Nyngma. Tuvo muchos grandes maestros, entre ellos su gurú raíz, Shechen Gyaltsap de quien recibió todos las iniciaciones e instrucciones esenciales de la tradición Nyingma.
Desde la edad de quince años hasta los veintiocho años, estuvo en retiro de silencio, viviendo aisladamente en cuevas y ermitas, o a veces simplemente bajo el abrigo de las roca en las zonas montañosas. Después, pasó muchos años con Dzongsar Khyentse Chokyi Lodro (1893-1959) de quien recibió iniciaciones y enseñanzas. Cuando le dijo a su maestro que quería pasar el resto de su vida en retiros solitarios, Chokyi Lodro respondió que había llegado el momento de transmitir a otros las enseñanzas que había recibido. Desde entonces, trabajó con la incansable energía típica del linaje Khyentse.
Cuando los chinos invadieron el Tíbet a fines de los años cincuenta, Dilgo Khyentse y su familia escapó a Tíbet central dejando todo, incluyendo sus preciados libros y la mayoría de sus propios escritos. Buscaron el exilio en Bhután, donde la Familia Real de Bután les recibió amablemente.
En Bhután comenzó a enseñar en una escuela grande cerca de la capital y pronto muchos estudiantes comenzaron a seguirle. Con el paso de los años se convirtió en uno de los maestros budistas más importantes de Bhután, venerado por todos, desde el Rey hasta el humilde agricultor.
Dedicó considerables esfuerzos a la fundación y el mantenimiento de los templos, colegios y monasterios.
Una de sus últimas grandes tareas fue la fundación de un nuevo Monasterio Shechen en Nepal así trasplantando la tradición del monasterio original a un nuevo hogar. Era su deseo que las enseñanzas continuaran en su auténtica pureza, tal y como se habían estudiado y practicado en el Tíbet.
foto: el nuevo monasterio Shechen
En la India, construyó una estupa en Bodhgaya, y planeó el construir siete estupas en los lugares de peregrinación para promover la paz en el mundo.
También fue considerado como uno de los más grandes maestros Dzogchen de su tiempo y fue el maestro de muchos e importantes lamas incluidos el Dalai Lama ,Chögyam Trungpa Rinpoche y otros de las cuatro escuelas del budismo tibetano. Incluso en sus últimos años, Dilgo Khyentse viajó a lo largo de los Himalayas y al occidente, transmitiendo y explicando las enseñanzas a sus alumnos.
Fue también uno de los maestros de nuestro propio maestro Sangharaksita quien recuerda a Dilgo Khyentse como un hombre de gran naturalidad y amabilidad que vivió de una forma muy sencilla a pesar de su prestigio.
Cuando fue autorizado a regresar al Tíbet, hizo tres largas visitas a el Tíbet donde fue recibido con gran alegría y emoción. Inauguró la reconstrucción del original monasterio de Shechen que había sido destruido durante la Revolución Cultural. También pidió al gobierno chino la autorización para restaurar el Monasterio Samye, el primer monasterio budista en el Tíbet. Su templo principal fue completamente restaurado para 1990.
A la edad de 81, después de una breve enfermedad, falleció en Bhután dejando un legado de enseñanzas que continúa a través del trabajo de sus alumnos y del Dilgo Khyentse Fellowship.[..]

[..] Ocho dharmas mundanos.
[..] Por muy apegados que estemos a las cosas de esta vida, no hay forma de retenerlas. 
La juventud, con todos sus placeres, pasa rápidamente; 
y el vivir hasta los cien años sin una práctica espiritual sólo servirá para prolongar el sufrimiento de la vejez. 
Mientras tu mente permanezca contaminada por las ocho pre­ocupaciones mundanas, 
no esperes que el estudio, la reflexión y la meditación te conduzcan a la liberación. 
Las metas mundanas carecen de finalidad y valor. 
Si por el contrario practicas con la idea de alcanzar el despertar para beneficiar a todos los seres, 
as­piras a la más noble y valiosa de todas las metas: 
la bodhicitta, la esencia de todos los caminos, el único dharma que los consigue todos. [..]

También llamados las «ocho preocupaciones mundanas», 
designan, en el bu­dismo indo-tibetano, 
Nagarjuna las definio muy bien,
son las situaciones mundanas preocu­pantes, 
los pensamientos y deseos sociales 
que desvían al practicante de su objetivo:

-    La esperanza de ganancia y el temor a la pérdida.


-    La esperanza de placer y el temor al dolor.

-    La esperanza de 
renombre, fama o gloria y el temor al anonimato o deshonra.

-   La esperanza de alabanza o elogio y el temor a la difamación, censura o critica.

 Cabe reunirlas en dos actitudes fundamentales  
la esperanza y el temor, [..]  
http://www.akal.com/libros/Diccionario-Akal-del-Budismo/9788446017714
Relacionaré estas con la décima de las diez ausencias 
que aparecen en el kulayaraja tantra.
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[..] El rey creador de todos los fenómenos, (Kunjed Gyalpo, Kulayaraja,
un tantra-raíz del Dzogchen semde, ofrece los siguientes diez puntos,
denominados técnicamente las "diez ausencias" (med pa cu),
características de la comprensión profunda del Dzogchen.

1. No hay visión en la que meditar
2. No hay ningún compromiso (samaya) que respetar,
    salvo morar en Rigpa sin distracción
o en su defecto mantener una conciencia responsable.
3. No hay una determinada cualidad espiritual que desarrollar
4. No hay mandala que crear
5. No hay ninguna iniciación que recibir
6. No hay sendero que seguir
7. No hay niveles de realización (o bhumis) que recorrer
8. No hay ninguna conducta específica que se deba adoptar o abandonar
9. Desde el sin principio la sabiduría natural permanece libre de obstáculos
10. La perfección espontánea (Lhundrub), está más allá de la esperanza y el temor.  [..]
 http://www.editorialkairos.com/catalogo/tantra-de-la-fuente-suprema
[..]La sabiduría nacida de ella misma, inmutable,
transciende causas y condiciones en tanto perfección espontánea (Lhundrub).[..]
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[..] Orgulloso.
Sinónimos: soberbio, altanero, arrogante, envanecido, petulante, jactancioso,
presumido, engreído, creído, presuntuoso, vanidoso, chulo, fanfarrón, fantasma. [..]

[..] Engreimiento.
Padma dijo: 
Los mal llamados practicantes del dharma, 
con su arrogancia y engreimiento manifiestan una gran ambición.
La dama preguntó: Qué significa eso
Padma  dijo: 
Algunos son engreídos considerando que poseen muchos conocimientos para enseñar.
Algunos son engreídos por considerarse buenos practicantes del dharma.
Algunos son engreídos considerándose como los grandes meditadores que viven en la soledad de las montañas.

Algunos son engreídos por considerarse 
poderosos y de grandes habilidades.

Viendo riquezas y objetos deseables, 
suspiran como un ani­mal carnívoro oliendo sangre.

Viendo algo poco deseable o molesto, 
escapan corriendo como un yak salvaje puesto en libertad.

Están fascinados por sus propias virtudes como si contem­plaran el ojo de la pluma del pavo real.

Envidian las virtudes ajenas con el mismo celo que vigila un perro guardián.

En cualquier caso, estos engreídos practicantes del dharma son su peor enemigo. 

Siento pena por éstas personas ignorantes atrapadas en el puño de Mara.[..]
que me hizo volver a reflexionar sobre estos asuntos. 



 Enlace recomendado sobre el orgullo:
http://marpamahamudra.blogspot.com/2009/11/falsa-humildad-orgullo.html 


¡Entre los 51 factores mentales, 
hay seis que detallan las seis aflicciones raíces, 
una de ellas es el venenito del orgullo, citaré:

[..]24. El orgullo (Tib.: Nga.guiel). Traducido literalmente del tibetano, significa importancia personal. El orgullo es un factor mental distintivo que, debido a una percepción del yo o de lo mío como autoexistente, se aferra a una imagen de sí mismo inflada o superior. El orgullo surge de una comparación entre lo bueno y lo malo, lo superior y lo inferior.
El orgullo se puede dividir en seis grupos que son los siguientes:
-Orgullo inferior. El que surge cuando nos comparamos con los seres que consideramos inferiores a nosotros.
-Orgullo superior. El orgullo que aparece cuando nos comparamos a aquéllos que están a nuestro mismo nivel social, de conocimiento, etc., y a pesar de ello, nos consideramos superior a ellos.
-Orgullo extremo. Al compararnos con seres superiores a nosotros y seguimos pensando que somos superiores a ellos, entonces aparece el orgullo extremo.
-Orgullo egoísta. Es la actitud presuntuosa de alguien que considera el agregado de su cuerpo, por ejemplo, como algo perfecto; y no sólo eso, sino que percibe el yo y ese agregado del cuerpo como una entidad autoexistente.
-Orgullo auto-afectado. Este orgullo, aparece cuando, ante una serie de personas que poseen un conocimiento mucho mayor que uno mismo, piensa: "Puesto que yo apenas poseo una fracción del nivel de los demás, soy verdaderamente humilde e insignificante". El orgullo auto-afectado, surge de esa humildad que ha declarado, surge de una humildad falsa.
-Orgullo distorsionado. Este es el caso de generar orgullo por seguir un camino espiritual que no es correcto, que su base no es real. Por ejemplo, una persona que, siendo de una moralidad bastante degenerada, se considera a sí misma correcta y virtuosa.
La función del orgullo es evitar el desarrollo de cualquier virtud superior, haciendo a la persona altiva e irrespetuosa. [..]

"Vida y enseñanzas de un lama tibetano". Guese Lobsang Tsultrim. 

Humildad: Actitud de la persona que no presume de sus logros, reconoce tanto los fracasos, como las debilidades y actúa sin orgullo.

[..]  Cada vez que adquirimos alguna cualidad admirable, 
algún conocimiento o habilidad específica, 
surge inmediatamente el or­gullo arruinando ese atributo positivo, 
cualquiera que sea. Im­buidos de nuestra persona, 
deslumbrados por nuestra propia be­lleza, inteligencia o saber, 
ya no vemos las extraordinarias cuali­dades de los maestros auténticos. 
A pesar de que la gente normal como nosotros tiene ciertas virtudes, 
éstas son menores compa­radas con las de los seres despiertos, 
y están ampliamente eclip­sadas por nuestras faltas. 
Por cierto, 
las virtudes por las que nos sentimos tan orgullosos son a menudo defectos enmascarados.
Así pues, todo el talento limitado e inestable que poseamos, 
no es para nada motivo de orgullo. 
Como dice el refrán: "El agua no puede acumularse en la cumbre de una montaña, 
y el verda­dero mérito no se acumula sobre la cresta del orgullo". 
El orgu­llo detiene el desarrollo de la devoción, la sabiduría y la compa­sión; 
nos cierra a las bendiciones del maestro e impide nuestro progreso espiritual. 
Para evitar los peligros que nos hace correr el orgullo, 
es importante aprender a conocerse y ser honesto consigo mismo.
Si lo analizas bien, el orgullo no está en lo que nos enorgulle­ce, 
sino que es producto de la mente. 
Se desvanece como la bru­ma matinal en cuanto uno permanece modesto y humilde en to­das las circunstancias. 
Una mente que no cae en las garras del or­gullo permanece en la sabiduría de la igualdad. [..]

[..]No corras tras el objeto de tu orgullo: mira la mente que lo aprehende.
la creencia en tu superioridad se libera en cuanto nace, vacía desde siempre,
esta vacuidad primordial no es otra que la sabiduría de la igualdad[..]

[..] no uses los meses y años pasados en retiro 
para reclamar el titulo de lama 
y sentirte orgulloso de “ser” un lama.[..]
 Nota que aparece al final del poema  
"EL CAMPO CREMATORIO DE SHITAVANA"
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